Sus únicos quebraderos de cabeza llegaban cuando atravesaba rachas superiores a dos meses de ayuno carnal, pero ni siquiera entonces se planteaba un asentamiento emocional, sino que recurría a una reducción en su escala de valores.
Sus únicos quebraderos de cabeza llegaban cuando atravesaba rachas superiores a dos meses de ayuno carnal, pero ni siquiera entonces se planteaba un asentamiento emocional, sino que recurría a una reducción en su escala de valores.